“En todos los períodos florecientes del arte, a través de la historia entera de las sociedades, la plástica fue INTEGRAL. Lo fue en China, en Egipto, en Grecia, en Roma. En la Edad Media Cristiana, en el mundo árabe, en el pre-Renacimiento, en el Renacimiento, en la India, en la América prehispánica y aún en la América Colonial. Fue, para decirlo con mayor claridad, una expresión plástica simultánea de arquitectura, escultura, pintura, policromía, etc., …PLÁSTICA UNITARIA

Tal unidad plástica se debió, fundamentalmente a su funcionalidad igualmente integral: funcionalidad por apego a las particularidades climatológicas, a las características del subsuelo y del suelo, a la técnica, a los materiales, a las herramientas, específica e históricamente correspondientes. Y asimismo por apego, como objetivo final, fue fiel al cometido social-estético de su época.”

 

Nayra López Martos estudiaba pintura mural en 2005, en la Facultad de Bellas Artes San Carlos de la Universitat Politècnica de València. Allí trabajó, obtuvo excelentes resultados académicos y, entre otros aprendizajes y experiencias, entendió las ideas sobre la pintura del mexicano David Alfaro Siqueiros, arriba citado. Algún poso sustancial quedó: transcurridos los años Nayra ha sabido aplicar con éxito el viejo precepto plástico en su mural “El almendro de Losa”, pintado durante el mes de septiembre de 2020, en Losa del Obispo (La Serranía, Valencia).

La pintura mural está ejecutada directamente sobre un muro, pero debe formar parte de éste. Y la solución no es asunto baladí. En demasiadas ocasiones se hace referencia al hecho físico de la pared como soporte de la pintura. Es obvio que muchas pinturas pueden estar aplicadas directamente sobre el muro y no ser murales, otras, por el contrario, sin estar pintadas sobre el muro admiten sin discusión el nombre de mural. Aquí se hace necesario recordar dos definiciones pormenorizadas de pintura mural, las que considero más acertadas:

La primera dice que un mural “…es una pintura que no depende sólo de ella exclusivamente, sino de la arquitectura que la rodea y del color y forma de los espacios inmediatos…” . Pero la segunda ya sentencia, un mural “…significa más que una obra de arte de gran tamaño ejecutada sobre una pared en lugar de sobre un lienzo o tablero; además de esto, implica un distintivo carácter »mural», que tiene en cuenta todas las exigencias tecnológicas y estéticas derivadas de su instalación permanente como parte integral de la estructura de un edificio.”

Nayra sabe que la relación entre el mural y el espacio concreto donde se ubica la imagen, dependen de su entorno, de su contexto. Por eso el mural siempre es función de multitud de factores: la personalidad de la artista, el presupuesto, el plazo de ejecución, las particularidades del soporte, la orientación, la climatología y también su finalidad, en este caso trazada por el Ayuntamiento de Losa del Obispo, con la preocupación de visibilizar la comarca. De la combinación efectiva de todos ellos, y de su superación, depende el éxito del mural. Y así ha sido. La iniciativa partió de David Pérez Rodrigo, Alcalde de Losa del Obispo; nuestro primer encuentro se produjo el jueves 12 de marzo de 2020, poco antes del confinamiento por la pandemia. Unas semanas antes contactó Nayra conmigo y decidí, casi al inicio de la conversación, que era necesaria su implicación: si se pintaban murales de dimensiones considerables en el pueblo, ella debía ser parte implicada, la primera. Justo por esos condicionantes, pero también por su compromiso y sus competencias proyectuales, su capacidad de análisis y síntesis, su predisposición a la investigación, y su nada desdeñable habilidad manual: cumplía todos los requisitos. 

Pero el más necesario, cuando se trabaja para personas, en el entorno urbano o rural, es el emocional. La comunicación humana se basa en emociones, en la palabra, en las metáforas. Nayra conocía el medio y juntos, David incluido, detectamos necesidades, problemas y soluciones, técnicas y conceptuales, del proyecto y su proceso. Además, con franca armonía.

Finalmente se decidió, descartados otros emplazamientos más complejos, ubicar el mural donde confluyen las calles Reyes Católicos y Maestro D. José Mullor March, al costado de la Farmacia. El ambiente es de una plaza ligeramente elevada, espacio sin uso, ahora significado por la imagen pictórica. El paramento corresponde a la pared medianera del edificio, suelo plano, de tierra sin trabajar y relleno de guijarros en su lateral pintado, para evitar salpicaduras de lluvia. Recomendamos también instalar un vierteaguas, o al menos sellar y colocar rasillas en el pretil de la terraza, en la parte superior del muro. El mortero presentaba faltas y fisuras superficiales, no estructurales; se rellenó y consolidó con cemento y el fijativo mineral Siliblatem, después con una capa de imprimación previa, ya coloreada en azul; esa y las sucesivas capas de colores son de revestimiento mineral mate Siliblatem, garantizados por el fabricante durante 10 años. La paleta de colores utilizada, escogida entre la disponible del fabricante Pinturas Blatem de Torrente.

La intervención primero pretende integrarse, no pasar desapercibida, con el entorno: las franjas azules asientan la composición, la relacionan con el cielo omnipresente y las edificaciones que circundan el solar, de uno o dos pisos de altura. Las tres flores de almendro son las protagonistas, ajustadas de tono, tratadas con exquisitez. Cierra la composición una abeja gigante, hiperrealista, que poliniza a los almendros, y nos recuerda su imprescindible presencia para la vida: en este pueblo agrícola y de pequeña industria, pero también en las ciudades de todo el planeta, se hace necesario pensar localmente para actuar globalmente; Nayra apuesta decididamente por ello. Las ramas que ha representado tienen a su vez el fruto, la almendra, la flor esplendorosa y los capullos rosáceos, incipientes como una promesa, como el futuro. Quizá seas una licencia poética que debemos permitirle a la artista. Las abejas le protegen y creo que ella misma se identifica con estos valiosos insectos.

Termina todo con el inicio del otoño, y milagrosamente sigue en flor el almendro. El resultado es un feliz ensamblaje de versos, aportados por vecinos, amigas y la propia autora, que firma la intervención de nuestra artista predilecta:

 

“En la Serranía hay un pueblo

donde encontrarás luz y color, 

Losa en todo su esplendor, 

con su almendro siempre en flor.”

 

Para concluir, no duden en visitar el pueblo, y retratarse en ese mismo espacio, bajo una abeja gigante. Mucha salud.

Juan Antonio Canales Hidalgo

Universitat Politècnica de València